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Lali y Mariano, back en Rosario - Abrazos, risas y miradas




la revista Gente publicó imágenes que dan cuenta de la estrecha relación de Espósito y Martínez. Según afirmaron, las mismas fueron tomadas minutos antes de las 16 del último sábado, en Rosario. Mientras se realizaba la prueba de sonido para la primera función, Martínez arribó al teatro, después de acompañar a su hijo Milo en una intervención en Buenos Aires.

Fue Lali quien lo recibió en el escenario. Abrazos, risas y mucho afecto es lo que hubo durante varios minutos entre los dos, a la vista de todos los presentes. Después, durante las funciones, primaron la buena onda y los divertidos intercambios entre los dos.




LALI ESPOSITO: El fenómeno pasó por Rosario... ¡y revolucionó la ciudad!

La estrella de Esperanza mía, que comenzó su gira nacional a sala llena, sigue cautivando a grandes y chicos. Más de 12.000 personas disfrutaron del musical en la ciudad santafesina y Lali –puro carisma y energía– confirmó su éxito arrollador. Aplausos y ovación.

La monjita, créase o no, tiene apenas cinco años. No entiende mucho qué significa el hábito que luce orgullosa y feliz. Pero que es una santa, de eso no hay dudas. Soporta la fila larguísima, que se extiende por todo el boulevard 27 de Febrero. Se banca sin chistar el “no” contundente de su mamá cuando, atraída por el variadísimo mercado a sus pies, ya no le alcanza para la banderita, que cuesta 50 pesos.
Y se porta bárbaro, emocionada a más no poder, porque está viviendo un día soñado: muy pronto, en el estadio cubierto del Club Provincial de Rosario, se encontrará apenas a pocos metros de su amada Lali Espósito (23). Quiere bailar. Sentirse parte, por un mágico instante, del universo de Esperanza mía.
El fenómeno no se detiene: de la TV al teatro; de Buenos Aires a todo el país; de la sonrisa dentífrica de su protagonista, a la de sus fans. Son miles de niñas y preadolescentes, acompañadas por madres, tías y abuelas, que se visten como novicias y se saben de memoria cada nota y cada estribillo.
El carisma irresistible de Espósito hace el resto. Es el póster en cada habitación. La mirada inocente y sexy a la vez. La simpatía innata y el profesionalismo para seguir perfeccionándose. Un tornado que arrasa y que, de acá a fin de año, promete reventar salas de teatro y estadios. ¿Cómo no subirse a semejante frenesí?
LA RUEDA EMPIEZA A GIRAR. El Magical Mistery Tour de Esperanza mía arrancó el viernes 4 de septiembre. Tras la primera parada (Rosario, cuatro funciones en dos días, todo vendido), seguirá por Córdoba durante el fin de semana. El musical, vibrante y explosivo, con precisos toques de comedia y romance, recorre la historia que es furor en la pantalla de El Trece.
Los tres vehículos que transportaron a las cuarenta y seis personas (una amplia crew de elenco y técnicos) y toda la infraestructura del show partieron no bien terminaron las grabaciones correspondientes, el mismo viernes, desde la puerta de Polka.
Sin ningún trazo de divismo, Lali se subió a la caravana como una más, entre vestuaristas, electricistas, operarios y productores. La incansable legión de fans se encargó de despedirla como está acostumbrada: multitudinariamente.
El jueves, parte del equipo ya había arribado a Rosario, para comenzar a armar el monstruo. La productora de Claudio Joison, con más de treinta y cinco años de experiencia, fue la encargada de montar el espectáculo en el club, pegadito al Parque Independencia. Y más allá de haber llevado shows y artistas de la talla de Luis Miguel, Sting o Ricardo Arjona, la Lalimanía no deja de conmover a quienes la viven de cerca.
“A Lali ya la habíamos traído hace un año y medio. No nos sorprende que siga creciendo tanto. Es talentosa y buena onda, y la llegada que tiene con la gente es impactante. Se brinda mucho”, definió el productor.
El éxito fue rotundo: estadio lleno (unos doce mil espectadores en todo el fin de semana) y mucha satisfacción para el público. Las caritas alegres de las nenas, asomando bajo improvisadas cofias, resumían el sentimiento. Cartulinas gigantes, banderas, todo sirve para expresar la idolatría que Lali genera en las chiquitas (y también en algunos varones, claro).
EL GRITO DE LA LALIMANIA. No bien se enteraron del arribo de Espósito, la puerta del hotel Amerian, en pleno centro de la ciudad, se transformó en un caos. Si algún integrante del elenco se dejaba ver por los ventanales, el griterío estallaba sin demoras.
Ese chillido irrefrenable (que taladra los tímpanos cuando Lali o Mariano Martínez aparecen en el escenario) es una constante en cada show. Y trepa a decibeles extremos cuando, en varios pasajes de la obra, Lali y Mariano acercan miradas... y bocas.
El galán, siempre impecable, aumenta la histeria de las fans. En ese vaivén emocional transcurre el musical, cuyos códigos son compartidos por todos, grandes y chicos. No sorprenderá, entonces, que el fotógrafo de esta nota –Fabi Uset, padre de cuatro, un sensible de aquéllos– cante las canciones con el mismo énfasis que la monjita de cinco años. Genial.
Leé la nota completa en la última edición de GENTE

link: http://www.gente.com.ar/personajes/exito-arrollador-lali-esposito-el-fenomeno-paso-por-rosario-y-revoluciono-la-ciudad/18838






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